lunes, 7 de diciembre de 2009

LAVADO DE COLON EN CASA












Si por algún motivo, no es posible ir a un centro profesional en donde se pueda realizar la hidroterapia de colon, hay otro medio para realizarla en casa.
Particularmente, esa ha sido la elección que yo he hecho.

Antes de hacerme la primera limpieza hepática, me hice tres sesiones seguidas de lavado de colon en casa, con un artilugio que me creé yo misma, con los materiales de que disponía.

Al principio las sesiones las hice una cada semana, tres semanas seguidas, después como estába haciéndome las limpiezas de hígado, las adaptaba una hidroterapia de colon antes de la limpieza hepática y otra, dos días después de ella.

En cada sesión se puede introducir, hasta 16 o 18 litros, no seguidos, sino aguantando el agua introducida todo lo que se pueda, aguantándola, evacuando, volviendo a introducir...y así, hasta que el agua sale totalmente limpia. Es cuestión de paciencia y de tener muy claro que estás haciendo una de las mejores acciones para tu salud.

Con el tiempo y la práctica, he comprobado que a los 12 litros aproximadamente, el intestino grueso queda aceptablemente lavado. Eso se va viendo sobre la marcha de la limpieza. Con 16 o 18 litros, se queda bien limpito.

Al principio, compré un cubo de unos 12 litros. Luego lo sustituí por un bidón transparente (está en la foto) de unos 16 litros. Me gusta transparente, porque puedo ver el nivel del agua por dónde va.

Y con una manguerita (llamado "tubo de cristal" en ferreterías) aplicando en un extremo, el grifito con la cánula, que venía con el Kit para enema, comprado en la farmacia, y el otro extremo colocado en el bidón de 16 litros, situado a más altura. Y por el sistema de "vasos comunicantes", el líquido iba bajando hasta el colon.

Se puede permanecer toda la terapia tumbado en la tabla, recubierta, ésta, por una colchoneta y una toalla. Sólo te incorporas, pero quedando sentado en la taza del water, en el momento de vaciar el agua.

El agua debe estar a unos 38-39 grados de temperatura. Personalmente lo compruebo con el codo, como cuando vamos a bañar a un bebé.

El agua puede ser del grifo, si la red de tuberías y la calidad del agua está comprobada, o se puede hervir previamente, o puede ser embotellada y calentada.

Yo cuando la utilizo directamente del grifo, le echo un cuentagotas de propóleo, que es un gran desinfectante natural.

También se puede hacer con el kit de enemas comprado de la farmacia, lo único que de esa manera, cada vez que se vacíe la bolsita azul, tendremos que levantarnos a llenarla, hasta completar un lavado de colon aceptable.

A mí esta última forma me resulta bastante cómoda.

Y también tener en cuenta, que mientras está entrando agua en el colon, podemos masajear el vientre con nuestras manos, o con una ruleta masajeadora de las que venden en los chinitos. Es excelente para desincrustar residuos y facilita que toda el agua se distribuya mejor por el intestino grueso.

Reconozco que este método casero, no será igual que el realizado en una sesión con un aparato profesional, en el que además, al final suelen aplicar ozono en el colon, pero más vale esto que nada, además teniendo en cuenta, que a lo largo de la historia, ya se hacían limpiezas de colon como terapia conocida por sus beneficios en la salud, y no existían estos aparatos...así que dando gracias por poder hacérsela de esta manera.